La familia es la comunidad de amor y de vida, es reflejo e imagen de la comunión del Padre y del Hijo en el Espíritu Santo. Es la primera educadora de sus hijos. Es además, evangelizadora y misionera. La Iglesia desempeña la función de evangelizar educando a través de sus escuelas como una “ayuda a los padres en el cumplimiento de su deber en nombre de la comunidad humana. Esta vocación requiere dotes especiales de alma y de corazón, una preparación diligentísima y una facilidad constante para renovarse y adaptarse”. (Gravissimum Educationis 5)